lunes, febrero 28, 2011

Biutiful: retrato de tiempos modernos

La película dirigida por González Inárritu y actuada por Javier Bardem nos regala una historia más de desencanto, de decadencia, de vidas sin salida. Un retrato de nuestros tiempos.
Bardem, encarna a un tipo que vive en la disyuntiva entre que ayuda y explota indocumentados, tiene la custodia de sus hijos, a los que tampoco tiene mucho qué ofrecerles, huye de la relación con su mujer adicta y alcohólica. No quiere morir del cáncer que le aqueja.
Todos los escenarios y situaciones despiertab perplejidad, no solo porque nos enseña la cara terrible de cualquier país -en este caso España- y no solo porque retratan la inmigración y la corrupción, sino porque además, por la carga del drama social. Desbordante.
Es una historia donde nos encontramos todos: en el mejor de los escenarios, tomando una taza de café en una plaza pública, al tiempo que los delincuentes huyen por enfrente de nosotros, y hacemos sólo eso: ver pasar el problema, no nos interesa su historia porque tampoco nos afecta directamente.
En el peor de los casos somos el que explota, el que corrompe. Pero en el más bello de los casos presentados por Inárritu somos esa niña que se queda en la cama, cuidadndo de su padre, sosteniendo su mano, para ayudarlo a bien morir. Y tal vez heredando un don del que otros huyen.