jueves, abril 28, 2005

Mariana, mi hermana, en su cumpleaños

Recuerdo a Mariana envuelta en un mameluco rojo, así vestía cuando llegó a casa por primera vez. Era una bebé blanquísima, de rizos negros y ojos pispiretos a la que su madre no dejaba de ver. Ya se chupaba el dedo.
Recuerdo a Mariana pasando de bebé a niña, sola, porque a su madre la vida no le alcanzó para verla crecer.
Recuerdo a Mariana sola, sentada en la banqueta de su salón a la hora del descanso, chupándose el dedo mientras todos morían a carcajadas.
Recuerdo a Mariana carcajeándose apenas salía de la escuela, mientras en el salón su maestra cuquita se preocupaba porque pensaba que ella no hablaba.
Recuerdo a Mariana en una foto donde sonreía y abrazaba a su padre el día de su graduación de primaria.
Recuerdo a Mariana brincándose la barda de la secundaria, para no caminar de más a la escuela.
Recuerdo a Mariana escapando de clase en la prepa,
Recuerdo a Mariana cocinando, qué delicia!!!.
Recuerdo a Mariana, feliz cargando en brazos a su primer sobrino: Patricio.
Recuerdo a Mariana con su fortaleza acompañando a mi padre a bienmorir.
Recuerdo a Mariana entrando a la escuela, luchando por una licenciatura que casi termina.
Recuerdo a Mariana, feliz, sonriente anteponiendo su fe en Dios ante todo y así espero verla siempre.
Hoy es tu cumpleaños, hoy piden tu mano, y no puedo más que decirte que estoy orgullosa de ti, que te amo incondicionalmente y que espero estar siempre cerca de ti, en cada paso de tu vida.

Te amo Mariana, hermana mía.

miércoles, abril 27, 2005

Ninfa, mi bisabuela

Ninfa nació en Muzquiz Coahuila y decidió irse a vivir a los Estados Unidos. Mi padre decía que era una india kikapú, su complexión la delataba: medía casi dos metros de estatura, de tez blanca y de cuerpo robusto, una mujer educada y de carácter fuerte. Clasista, racista y elegante.

En su juventud conoció al hombre de su vida: Tony. Un mexicano, de facciones negroides, muy inteligente y un poco mujeriego. Tony dejó a Ninfa en Oklahoma con cuatro hijos mientras se aventuraba en la Revolución Mexicana. Ninfa decidió seguirle la pista hasta dar con él lo encontró en la cárcel acusado de portar armas para la revolución. Jamás volvieron a separarse.

Tony se dedicó a dirigir cuadrillas de construcción para iniciar las tuberías de Agua y Drenaje.
Una anécdota recurrente en las reuniones familiares retrata esta love story que aún hoy me dobla a carcajadas:
"Tu abuelo llegaba a la casa al final de la jornada con todos los hombres de su cuadrilla sudorosos, llenos de lodo y apestosos. Apenas cruzaban la puerta de la casa y la abuela gritaba desde la cocina: Tooooonyyyyyyyy. El abuelo llegaba a la cocina y discutía con la abuela al tiempo que los seres de la cuadrilla ocupaban un lugar en la lujosa mesa del comedor. Acto siguiente, la abuela salía hechando lumbre a servirles a esos hombres unas deliciosas tortillas de harina y una cena casera y caliente". Ninfa duraba días sin hablarle a Tony. Apenas entablaban diálogo y Tony se sentía en confianza para volver a llevar a su cuadrilla y volver a ver enojada a su Ninfa.

Contra el olvido

Este es el primer paso que doy hacia la escritura. Alentada por preservar el recuerdo de lo que siento, vivo, leo y recuerdo hoy titulo a este diario Contra el olvido.
Empezamos.