viernes, diciembre 31, 2010

La última noche del año

Solo celebraba la entrada del año cuando vivía en casa de mi padre. Entonces preparábamos alguna cena, compartíamos juntos y después barríamos y quemábamos las hojas de ese árbol que aún está a lado derecho de la casa.
Recuerdo que apenas entraba la noche nueva y salíamos a tronar cuetes. Mi padre se divertía prendiendo aquellos estruendosas palomas que metía dentro de tinas metálicas y que tras aquel ruido, desataban las alarmas de los carros de los vecinos.
Pasábamos días riendo de cómo aquellos vecinos nos veían con caras raras cuando pensaban que algo podía haber sucedido a sus flamantes carros.
Recuerdo que esas noches mi padre nos abrazaba fuertemente contra su pecho y pronunciaba sus buenos deseos. Sus ojos, siempre tristes, seguramente añorando abrazar a los hijos que tenía lejos, a los padres que ya no estaban, o recordando su niñez.
A su memoria y a mis hermanos les dedico este breve y amoroso texto para recordarlo con cariño.
A mis hijos para que cuando crezcan sepan cómo eran estas noches con su abuelo.
Feliz año.

1 comentario:

Sanjuana Alvarez dijo...

Ay Clau, mis "fines de anio"de la niniez eran algo parecido. Nosotros colgabamos como 200 globos que reventabamos durante la entrada del anio, los cuetes, bengalas, serpentinas... Era mi fiesta favorita. Era hermoso no temerle a los estruendos que se escuchaban a lo lejos o a lo cerca. No tenias por que pensarlo: siempre eran cuetes. Te mando un beso y un abrazo fuerte para ti y tus hombres en el hogar, tus hermanas y hermanos y a Don Mariano que Dios lo tiene consigo. Feliz 2011!