domingo, septiembre 11, 2011

11S Detrás de Occidente

Las letras son signos y palabras; significados. Ahora escucho nombres. Decir que murieron tres mil ocurre en segundos, escuchar cada nombre, cambia todo. Al final la voz de una hija, una esposa. O un hijo, un esposo, un padre, o un amigo. Cobra sentido. Detrás de la vida, la muerte. O un homenaje a la vida. O la guerra. De pronto pasaron diez años. Escucho las pausadas voces que dictan. Tres mil nombres. Suenan como el primer día. Dicen lo mismo, sienten lo mismo, se preguntan lo mismo. Tres mil historias por contar. Y una guerra. Y otros miles de muertos, ¿cuántos? Detrás habita el dolor, la incommprensión, el rencor. Derás del Memorial: una fuente y una placa con nombres. Detrás de esa fuente-abismo las almas de todos los muertos en Oriente Voces de inocentes silenciadas. Detrás el olvido. Detrás de Occidente, Oriente o a caso, ¿podrán algún día verse de frente?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Algún día sí, antes de la exterminación total, los que sobrevivan verán el enorme error perpetuado y sabrán que había otros modos para convivir en este mundo; ojala no sea demasiado tarde para la humanidad.

La verdad es necesaria, aunque pueda ser terrible, pero la vida y la muerte de miles de personas parece no importarles a los que detentan el poder; monumentos, flores y palabras huecas, son el único tributo en recuerdo de los inocentes.

Un abrazo Claudia.
Cuídate, luego nos leemos.

pato dijo...

A nadie le importa, que triste !!
Un abrazo !